“Una llanterna principal en aquest camí cap a un model industrial més sostenible.”
(El Món, 2025)
Esta noticia de la revista El Món no nos pone en el centro, nos coloca en el rol que llevamos años asumiendo: ser guías y catalizadores de un cambio que no se construye solo, ni desde un único sector.
El llamado “secreto catalán”: visión práctica, no teoría
El Món se refiere al “secret català de la simbiosi industrial” como si se tratara de una fórmula discreta. Pero no es ningún secreto. Es una forma de trabajar, que combina:
- Ecosistemas abiertos a colaborar.
- Datos que se traducen en decisiones.
- Facilitadores (como Símbiosy) que hacen que las cosas pasen.
- Y una metodología que conecta recursos con necesidades reales.
En Cataluña, esta forma de operar ha cuajado porque hay voluntad —y urgencia— de responder a retos complejos: energía, materias primas, residuos, costes, emisiones.
La ventaja está en la combinación. Lo que Símbiosy ha hecho es darle estructura, método y visión determinada a lo que antes eran ideas abstractas, encuestas, datos sueltos y buenas intenciones.
Simbiosis industrial en cataluña: de foco puntual a estrategia de territorio
El valor de este reconocimiento está en el momento. A diez años de iniciar este camino, vemos cómo la simbiosis industrial ha pasado de ser un concepto técnico a una herramienta estratégica, tanto para empresas como para administraciones.
Y lo relevante no es solo que existan casos, sino que:
- Las sinergias se desarrollan, no solo se descubren.
- Los territorios empiezan a mapear sus recursos sobrantes.
- La colaboración interempresarial ya no se ve como anecdótica, sino como parte del modelo de negocio y estrategia territorial.
Esto cambia las reglas del juego. Y en ese cambio, estamos facilitando procesos, conectando datos y personas, y ayudando a que el impacto se pueda medir, repetir y escalar.
El contexto importa: no es solo un logro local
Este tipo de cobertura mediática no es solo buena prensa, es una oportunidad para elevar el discurso: La simbiosis industrial no es un fin en sí mismo. Es un medio para ganar resiliencia, reducir emisiones, innovar sin explotar más recursos, y hacerlo en red. Es una estrategia que beneficia no sólo a las empresas, sino a todos nosotros, porque beneficia directamente al sistema en el que operamos. En tiempos de transición energética, objetivos climáticos y presión competitiva, este enfoque colaborativo, cobra más sentido que nunca.
¿Y ahora qué?
Desde Símbiosy, agradecemos a El Món por poner en valor este trabajo. Y aprovechamos para abrir la conversación:
¿Quieres explorar cómo aplicar la simbiosis industrial en tu entorno?
- Descubre cómo aplicar la simbiosis industrial en tu empresa o territorio con nuestro servicio de Mapeo de Recursos.
- Subscríbete al Blog de LinkedIn de Símbiosy para aprender con artículos bimensuales sobre conceptos, proyectos y novedades de Simbiosis Industrial.
- O contáctanos para construir oportunidades circulares desde hoy.
Porque no hay transición industrial sin inteligencia colectiva, y no hay futuro circular sin colaboración REAL.




